¿Sirven los buenos sentimientos?

Hace mucho tiempo no compartía un video centrado en un ejemplo de amor generoso, y la verdad no tenía pensado hacerlo, pero una amiga me sugirió ver una película que se llama “Un litro de lágrimas”.
Soy sincero al decir que no esperaba sentir tanta emotividad otra vez, por ese motivo decidí revisar mi lista de favoritos para recomendarles algunos cortos que podrían gustarles; el primero y el segundo denotan sacrificio, el tercero y el cuarto amor incondicional.
No sé hasta qué punto estas recreaciones puedan asemejarse a la vida real, pero estoy seguro que todas las personas tienen que decidir acerca de su futuro, incluso cuando parece que todo está bien la vida te da sorpresas desagradables.
En ese momento realmente no importa mucho que te hayas esforzado por lograr tus objetivos, que hayas forjado buenos principios o que tu comportamiento sea el adecuado para enfrentar el problema.
Sin embargo después de haber caído en un precipicio realmente profundo se logra entender que los seres humanos estamos de paso, y es que no tiene sentido echarse al abandono porque sólo te provocas más problemas y probablemente descuides a tu familia.
Por eso cuando mi hija me preguntó si los buenos sentimientos sirven, le mencione que sin ellos no tendría la fortuna de tener un papá y una mamá que la adoran, así como una familia (paterna y materna) que se muere por ella.
Además si los buenos sentimientos no existieran vivir en este mundo no tendría una razón de ser, pues no valdría la perna esforzarse para nada en mundo lleno de maldad, y aunque ella todavía es chiquitica (en Marzo cumple cinco años) estoy seguro que entendió el punto de vista.
Por otro lado, para ser una persona con buenos sentimientos se necesita de mucho aplomo, y para nuestra tranquilidad este tipo de gente puede encontrarse en nuestra sociedad sin necesidad de buscar.
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