Pobreza y Navidad

Hace un par de días compartí una cena navideña holgada, pues mi cuñado quería unir a la mayoría de miembros de la familia en una nochebuena especial, y a pesar de las desavenencias del momento logramos disfrutar del verdadero significado de estas fiestas:
Fortalecer los vínculos familiares, reconocer el valor de la amistad y ser humilde ante cualquier realidad.
Como podrán imaginar, la fiesta era alegre y amena, sin embargo cuando una joven obstetra mencionó que disfrutaríamos más invirtiendo nuestro tiempo ayudando a personas pobres, muchos de los presentes (incluyéndome) se sorprendieron, pues nadie esperaba que nos recuerden una realidad tangente.
Y para ser sincero creo que muchas de las personas de mayor edad sintieron molestia por las expresiones vertidas, sin embargo algunos decidimos apoyar el proyecto de la ONG, el cual nos ocuparía durante la mayor parte del 25 de Diciembre.
Fue un día bastante duro a pesar de la organización, pero ver la sonrisa en la cara de los niños y adolescentes con bajos recursos económicos recompensa todo el esfuerzo.
Y aunque ya conviví un tiempo en ese ambiente, creo que cada experiencia ayuda a concienciar sobre el tipo de ayuda que necesitan estas personas, recuerden que no se trata de regalar por regalar, sino de buscar una solución viable en el ámbito de trabajo.