El ataque al corazón

Un hombre repentinamente sufrió un ataque al corazón siendo llevado a un hospital católico para ser operado de emergencia.
Cuando empezó a recuperarse la monja que lo acompañaba le preguntó ¿cómo pensaba pagar?.
El operado respondió que no tenía seguro de salud, dinero en el banco o algún familiar que pueda responder por él.
Pues sólo tenía una hermana solterona perteneciente a una orden religiosa; la monja enfadada le dijo: no somos solteronas pues estamos casadas con Dios.
El enfermo contestó: entonces sería tan amable de enviarle la cuenta a mi cuñado.
Vía | Totalmania
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