Dos chistes religiosos

El padre y las monjas que reían
Un padre estaba n el confesionario, llega una monjita y le dice:
– Padre, le vengo a confesar que me he reído mucho en misa.
El padre contesta:
– Pero, hermana, no importa, al Señor le gusta que estemos alegres.
La monjita dice:
– Pero padre, es que en verdad me he reído mucho en misa.
El padre le contesta que no se preocupe, que rece un rosario y no hay mayor problema.La siguiente persona es otra monjita que también se ha reído mucho en misa, el padre le dice lo mismo que a la anterior. Y así llegan todas las monjitas del convento, por fin, cuando llega la última, el padre, ya un poco cansado, le dice:
– No me digas hermana, tú también te reíste mucho en misa.
Y la monja contesta:
– No padre, yo fui la que me eché el pedo…
Dios me ayudará
Un curita viajaba en un crucero por el atlántico y en la mitad del viaje el barco se empezó a hundir, todos cayeron al agua y el curita comenzó a nadar…, nado y nado, hasta que se encontró con un viejito en un bote, quien le dijo:
– Súbase padre yo le ayudaré, el cura respondió:
– No gracias dios me ayudará, el cura siguió nadando y luego se encontró con una lancha donde el capitán le dijo:
– Súbase padre yo le ayudaré, y el cura respondió:
– No gracias dios me ayudará, y siguió nadando, nadando y nadando, se encontró con un barco, un yate y un helicóptero todos le ofrecieron ayuda pero el siempre respondió lo mismo:
– No gracias dios me ayudará.Después de tanto nadar el pobre cura se canso, se ahogo y murió, llegó al cielo y ante la presencia de Dios y el cura le reclamó:
– ¿Por qué no me ayudaste si yo tanto creía en ti?, y Dios respondió:
– Cómo que no te ayude, te envié un bote, una lancha, un yate, un barco…
Vía | Odiecus
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