La cultura de las princesas es destructiva

El mes pasado mi hija llamó diciendo que su amiga tenía una nueva bicicleta Barbie, así que ella también deseaba que se le comprara una, sin embargo le propuse un curso de danza española, y después de pensarlo un rato aceptó gustosa.
Sé que las clases cuestan mucho más que una bicicleta pero prefiero mantenerla en actividades que la ayuden a desarrollar su personalidad, pues no quiero que se deje influenciar por programas de televisión, publicidad o amistades inoportunas.
Es cierto que no puedo tomar decisiones por ella, sin embargo puedo ayudarla a crecer de forma que en el futuro no desperdicie su tiempo con actitudes banales.
Por otro lado, recomiendo leer la siguiente página para complementar con información relevante el título del artículo, les aseguro que no tiene pérdida.
Vía | Live Science