
El ejercito ruso no pasa por momentos muy dulces, es tanta la precariedad que existe que ya intentan reclutar hasta a los bebés rusos. Dima Verenitsine tiene un año y todavía no anda, pero ya ha recibido una citación para unirse al ejército ruso. Un error administrativo registró a Dima, que celebró su primer aniversario de vida el 9 de enero, en la comisión de reclutamiento de Volvogrado, un proceso habitual que, generalmente, se dirige a los chicos de 16 años.